sábado, 11 de agosto de 2007

El valor

El valor


-Vengo, maestro porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas
para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy
torpe y bastante tonto.¿Como puedo mejorar?.¿Que puedo hacer para que me
valoren mas?.
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Cuanto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi
propio problema. Quizás después....-Y haciendo una pausa agrego-Si
quisieras ayudarme tu a mi, yo podría resolver este tema con mas rapidez
y
después tal vez te pueda ayudar.
-E...encantado- titubeo el joven pero sintió que otra vez era
desvalorizado y sus necesidades postergadas.
-Bien- asistió el maestro. Se quito un anillo que llevaba en el dedo
pequeño de la mano izquierda y dandoselo al muchacho, agrego-toma el
caballo que esta allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender
este
anillo porque tengo que pagar una deuda Es necesario que obtengas por el
la mayor
suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete antes y
regresa con esa moneda lo mas rápido que puedas.
El joven tomo el anillo y partió. Apenas llego, empezó a ofrecer el
anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que
el
joven decía lo que pretendia por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le
daban vuelta la cara y solo un viejito fue tan amable como para tomarse
la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para
entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció
una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenia
instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazo la
oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el
mercado-mas de cien personas-y abatido por su fracaso, monto su caballo
y regreso.
Cuanto hubiera deseado el joven tener el mismo esa moneda de oro. Podría
entonces habersela entregado al maestro para liberarlo de su
preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entro en la habitación.
-Maestro-dijo, lo siento no es posible conseguir lo que me
pedistes. Quizás pudiera conseguir 2 o 3 monedas de plata, pero no creo
que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
-Que importante lo que dijisteis, joven amigo-contesto sonriente el
maestro-.Debemos saber el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y
vete al joyero.¿Quien mejor que el para saberlo?.Dile que quisieras
vender el anillo y preguntale cuanto te da por el. Pero no importa lo
que
ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joyero examino el anillo a la luz del candil, lo miro con su lupa, lo
peso y luego le dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle
mas que 58 monedas de oro por su anillo.
-58 monedas!!!!;-exclamo el joven.
-Si-replico el joyero-Yo se que con tiempo podríamos obtener por el
cerca de 70 monedas, pero no se....Si la venta es urgente......
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
...Sientate-dijo el maestro después de escucharlo-Tu eres como este
anillo; una joya, valiosa y unica. Y como tal, solo puede evaluarte un
verdadero experto.¿Que haces por la vida pretendiendo que cualquiera
descubra tu verdadero valor?.
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su
mano izquierda.

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